Imagen gracias a: @MayanKin

Qué significa tu Kin?

En el Calendario de 13 Lunas el signo de cada persona es conocido como el «kin», palabra que quiere decir «día», ya que es representado por la energía del día en que nacemos, marcándonos esta para siempre. Para conocerlo nos guiamos del calendario sagrado conocido como Tzolkin (Cholq’ij), que literalmente significa «la cuenta sagrada de los días».

Cada kin asimismo es la combinación de dos energías, un Sello y un Tono. Contamos con 20 Sellos Solares (energías que representan a cada uno de los planetas de nuestro Sistema Solar) y con 13 Tonos Lunares (que representan los ciclos lunares que se dan en un año), formándose así 260 combinaciones posibles de kines (20×13).

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www.13lunas.net/firmainicialkin.htm

A continuación podrás leer de qué trata cada Sello y Tono y así comprender el significado de tu kin. Si quieres conocer a profundidad el alcance de tu kin en tu vida puedes solicitar una sesión de lectura de tu Carta Astral según el Sincronario de 13 Lunas haciendo click aquí.

LOS 20 SELLOS SOLARES

 1. El Dragón: Es el guardián fiero de la vida, de las ideas y proyectos que pone en marcha. Es el gestor, el productor, el iniciador. Goza de una gran sensibilidad existencial y una creatividad única. Si no está en armonía consigo mismo puede tener muchas ideas pero no realizar ninguna por no saber por dónde empezar o también dedicarse a tantos proyectos al mismo tiempo que no logra entregarse por entero a ninguno. Dejar lo que empiece sin terminar lo retrasa energéticamente. Espiritualmente representa la memoria ancestral y si está despierto logra integrarla en todo lo que hace.

 2. El Viento: Es la comunicación, el aliento divino, la flexibilidad y el cambio. Tiene el don de la palabra, así que deberá usarla estratégicamente y con bondad. Necesita de novedades todo el tiempo, suele ser sumamente social aunque en sombra puede guardar mucho de sí mismo aún rodeado de gente y hablando sin decir nada. A nivel espiritual puede canalizar mensajes del más allá. Necesita focalizarse y decir todo lo que siente en lo más profundo de sí, sabiendo también cuándo guardar silencio.

 3. La Noche: Es el sol de la oscuridad. Representa nuestro inconsciente, el mundo onírico y la capacidad de realizar nuestros sueños. Tiene el potencial de recibir mensajes en sueños, solo hay que hacerles caso. Necesita descansar mucho y estar solo por periodos. Es importante saber salir también y relacionarse con el mundo, con la espontaneidad que la caracteriza. Suelen ser histriónicos, sumamente intuitivos y más bien estancar su abundancia si no creen en sí mismos. Es importante estar atento a las posibles locuras, impulsividades,  deseos sin resolver, y a un ego desmedido, para poder equilibrarse.

 4. La Semilla: Es la capacidad de inyectarle vida a todo lo que nos propongamos para que florezca, para que tenga resultados, para que se materialice y sea exitoso. En primer lugar la Semilla debe sentir, identificar sus pasiones, aquello que ama hacer, para que pueda dedicarse a eso y no desbalancearse entregando toda su infinita energía en proyectos ajenos o en aquellos a los que se ha acostumbrado por presión social o solo porque funcionan. También es la danza, el gozo, el placer, la curiosidad y el saber atinar, saber esperar al momento correcto para actuar.

 5. La Serpiente: Es la fuerza vital, la astucia para vivir en el mundo material, así como la sabiduría para entender que no hay espiritualidad sin equilibrio físico. La Serpiente se dedica a reunir los recursos necesarios para tener una buena vida, en sombra ese será su único objetivo, en luz, sabrá que ese es solo el medio para poder evolucionar a este plano. Suele ser dominante, territorial y austera, pero también muy culta y noble.

 6. El Enlazador de Mundos: Es el puente entre diferentes dimensiones. En este plano domina la capacidad de ser como un relacionista público, de crear contactos, de saber cómo relacionarse con los demás para generar redes y oportunidades. En el plano espiritual es el mensajero de los espíritus y, aunque lo suela bloquear por miedo, puede recibir información para sí mismo o para ser transmitida a los demás como forma de ayuda. Su  misión es entender la muerte como parte de la vida, profundizar en su conocimiento espiritual sobre la misma para saber dejar ir cuando corresponda.

 7. La Mano: Representa el servicio, la sanación y la realización. Es el poder de llevar a cabo todo lo que uno se proponga. En sombra, la Mano hace por hacer, es adicto al trabajo, pero no se arriesga a dedicarse a lo que más sueña. En luz, todo lo que haga además estará conectado con su capacidad de ayudar y de sanar. Debe tener mucho cuidado con control y aprender a poner límites sanos entre lo que le da a los demás y a sí mismo.

 8. La Estrella: Representa el arte, la belleza, la elegancia, la armonía, la creatividad, pero también el pensamiento abstracto, el mundo de las ideas y la producción intelectual. Las personas Estrella gozan hasta de un garbo natural, y si bien su misión es desarrollar su gran creatividad pueden perderse fácilmente en el plano racional. En sombra buscan el perfeccionismo, dañando su sistema nervioso. En luz pueden llegar a ser grandes y virtuosos artistas. Es importante que dejen la terquedad de lado, la necesidad de relativizarlo todo y de querer encontrar la verdad en la mente conceptual.

 9. La Luna: Es el mundo de las emociones. La Luna lo siente todo, su sensibilidad es vasta y todo le impacta profundamente. De hecho es capaz de saber cómo se siente cada persona a su alrededor, tendiendo a querer acobijar a todo el que sufra. Esto puede traerle muchos problemas ya que se cargará de cosas que no le corresponden. En este sentido goza de una poderosa intuición y de una gran imaginación. Representa la energía de lo femenino, el poder de las aguas y la maestría en relación a los elementos de la naturaleza. Necesita trascender el drama ahí donde lo ve, purificarse de todo lo que sienta y dejarse fluir.

 10. El Perro: Es la energía del amor incondicional. El Perro representa la fidelidad, la lealtad y el compañerismo, es el guardián de sus seres queridos. En sombra tiene problemas de autoestima, dando siempre demás a quienes no le corresponden y exigiendo en consecuencia. En luz es capaz del máximo altruismo, sabiéndose amar a sí mismo primero, poniendo límites sanos a todo lo que no le haga bien en sus relaciones afectivas y amando sin aprehensión. Tenderá a dedicarse de alguna u otra manera a proyectos sociales, a hacer el bien por la humanidad. En este sentido tendría que tener cuidado con inconscientemente actuar como el salvador de los demás.

 11. El Mono: Es el niño interior que con su sabiduría ilumina la vida de los demás. En luz es el sentido del humor, lo lúdico, la irreverencia que cuestiona todo como jugando. En sombra suele tender a tomarse todo demasiado en serio y actuar como el abogado defensor de las causas justas. No se permite relajarse y guarda situaciones de la infancia por resolver. Su misión será mostrarle al mundo que nada es tan sólido como parece y que a veces es necesario confrontarnos desde la risa para lograr soltar el ego.

 12. El Humano: Representa el más alto estándar de integridad. Es el sabio que defiende las causas justas, habitualmente sacrificándose en el proceso. En luz está en conexión profunda con su libertad y sabrá equilibrar su gran necesidad de generar armonía alrededor suyo con el camino que quiera elegir. En sombra, se pospondrá por el resto o caerá en la indecisión aguda de no saber qué decisiones tomar, por tener un concepto rígido del deber ser.

 13. El Caminante del Cielo: Es el explorador, el buscador del sentido último de la existencia. Su principal motivación es conocer, conocerlo todo, sobre todo otras culturas, otros territorios, otros saberes, otras idiosincrasias. En luz, sabrá dejarse guiar por su intuición y todo lo que conozca logrará transformarlo, para luego compartirlo con el mundo. En sombra, el escepticismo le jugará malas pasadas, y solo buscará que conocer hacia fuera, sin tener el coraje de viajar dentro suyo ni de encontrar un camino espiritual.

 14. El Mago: Es el que con su encanto natural logra transformarlo todo. Artista, performer, alquimista, sanador, brujo, ingeniero, consejero, orador. En luz, podrá cumplir con su misión de ser fuente de inspiración para los seres humanos, en sombra la soberbia lo llevará a preocuparse solo por la valoración externa, por los aplausos.

 15. El Águila: Representa la visión panorámica, la agudeza analítica y la creatividad de vanguardia. Es visionaria y muy profunda, sintiéndose siempre responsable del bienestar ajeno. En luz logrará creer en sí misma para emprender el vuelo y evolucionar, en sombra se quedará procastinando distrayéndose con todo lo que su mente es capaz de vislumbrar, y poniendo el bien común adelante de sus prioridades como pretexto.

 16. El Guerrero: Es el samurai, el que con disciplina y entrega se entrena para ir a la batalla a ganar. Pero la batalla no es el conflicto, es la posibilidad de transformar la realidad, aquello que es injusto, de manera estratégica, intrépida, frontal y sobre todo humilde. Un Guerrero en sombra lo cuestiona todo solo por ego, incluso a sí mismo, autoboicoteándose. En luz es el maestro espiritual, perfil bajo, que ilumina con sus acciones.

 17. La Tierra: Representa la estabilidad suprema. Es la dadora de base, de estructura, tanto en el plano físico como en el emocional, psíquico o espiritual. Suelen ser personas bastante fuertes que logran impulsar, con su gran empuje, a que se genere aquello que hace falta para salir adelante. En sombra caen en la sobre interpretación, en ser retadoras, creando argumentos solo para validar aquello con lo que se han entercado. En luz, saben que la verdadera estabilidad es fluir con lo que la realidad les propone, sin presionar, sin recurrir a la fuerza.

 18. El Espejo: Es el equilibrio perfecto, la ecuanimidad, la paz interior que brota gracias a una verdadera aceptación de todo tal y como es. En luz el Espejo fluye con todo sin filtros ni reparos, generando una gran armonía entre quienes lo rodean. Es uno de los sellos que se suele llevar mejor con la gente. En sombra sin embargo tiende al juicio extremo, no encuentra orden nada, menos en sí mismo, y termina en crisis por criticarlo todo. No es capaz de verse y suele proyectar sus defectos en los demás. En el calendario maya tradicional se le asocia al cuchillo de obsidiana, cualidad espiritual para cortar de raíz con todo lo que no nos sirve en nuestra vida.

 19. La Tormenta: Es la fuerza transformadora de la realidad. Cuando aparece la tormenta es momento de cambios radicales, no hay de otra. En general es una energía poderosa de creación, suele pasar perfil bajo pero cuando llega el momento se manifiesta con una gran fiereza. En sombra se estacan y no se permiten cambiar, o al revés, generan cierta adicción a los movimientos fuertes permanentes. Pueden también quedarse en la extrema introspección, son muy sensibles, y no mostrarse. En luz logran generar situaciones límites para dejar ir aquello que ya le tocaba irse y poder volver a empezar en un nuevo nivel de evolución.

 20. El Sol: Es la energía de mayor evolución. Representa la luz generadora de vida, la sabiduría, la verdad, las cosas tal y como son. Cuando aparece el Sol es momento de brillar, de confiar en quienes ya somos y en lo que ya sabemos de manera intrínseca, y asumir los roles de autoridad, de liderazgo que nos correspondan. Es momento de afrontar la realidad como se presente, así nos cueste. El problema con el Sol es que al ser la verdad puede tornarse intransigente, radical con la ética, con los paradigmas, con lo que considera correcto o cierto, así, debe trabajar por sobre todas las cosas la humildad. La verdadera sabiduría no se anda mostrando, defendiendo o convenciendo, es un estado del alma, de conexión permanente con nuestro ser auténtico.

LOS 13 TONOS LUNARES

1. Magnético: Es la unidad, el que atrae y guía a los demás. Tiende a tener sumamente claro lo que quiere y a ser bastante autosuficiente. Tiene el potencial de ser buenos maestros.

2. Lunar: Representa el desafío, el obstáculo que se nos va a presentar para lograr nuestro propósito de vida. Así, las personas de tono lunar suelen vivir en extremos y necesitan trabajar profundamente por vivir en equilibrio. Suelen ser bastante profundas y reflexivas.

3. Eléctrico: Es el tono del servicio. Esta energía nos suele llevar a ser bastante pro activos pero sobre todo si se trata de ayudar a los demás. Es importante dedicarse a uno mismo también y a saber estar en calma.

4. Autoexistente: Representa la confianza en uno mismo, la capacidad de planificar y de asegurar lo que uno quiere conseguir al analizar todas las posibilidades con claridad. Suele llegar a la inflexibilidad mental, les ayudaría abrirse a comprender la vida desde otras posibilidades más allá de sus propias ideas.

5. Entonado: Es la energía del liderazgo. Suele saberse manejar con mucha fluidez con las demás personas y en toda situación en general. Su misión es valorar sus dones y asumir roles de autoridad con firmeza pero sin ser dominantes. Tendría que tener cuidado con el ego y tener en cuenta las capacidades diferentes de cada ser humano así como los sentimientos de los demás.

6. Rítmico: Es la energía de la organización. Tiene el don de saber equilibrar las situaciones como a las personas. Suelen ser metódicos y ordenados. En sombra se dedica a ayudar a los demás a lograrlo pero les cuesta lograrlo en su vida personal. Necesita soltar la necesidad de controlar y de responsabilizarse de todo.

7. Resonante: Representa el camino espiritual. Es la energía que nos moviliza a conectarnos con el misterio de la vida, con el misticismo detrás de todo, nos torna seres muy profundos y con avidez de trascendencia. Nos pide equilibrarnos a nosotros mismos para poder ser fuente de inspiración para los demás.

8. Galáctico: Es el rayo del amor, del amor universal. Representa la empatía sin barreras con todos los seres humanos. Las personas de tono galáctico suelen ser bastante llevaderos, además de tener un alto estándar sobre la integridad como valor clave en la vida. En sombra no son consecuentes con lo que necesitan para evolucionar y pueden tender a una excesiva racionalidad.

9. Solar: Es la voluntad plena para realizar todos nuestros objetivos. Los solares suelen ser vehementes y grandes impulsadores para lograr todo lo sea necesario. Necesitan más bien equilibrarse y valorar también la calma, la paciencia, la confianza en el tiempo y en el ritmo de los demás. En sombra se esmeran en hacer pero no se conectan con lo que en realidad quisieran.

10. Planetario: Es la energía de la producción. Los planetarios son los maestros de crear resultados materiales en todo aquello a lo que se dediquen. Gracias a una fuerza infatigable logran cumplir todo lo que se proponen y más. De la misma manera son promotores de la creación, de generar obra, productos tangibles, no solo de sus manos sino impulsando a todos a su alrededor. Necesitan aprender a valorar el tiempo de descanso, a no obsesionarse con el trabajo, y a encontrar un camino espiritual que los ayude a trascender la relación con el plano físico.

11. Espectral: Es la energía que libera lo estancado para que podamos seguir evolucionando. El tono espectral goza de una gran intensidad gracias a la cual es posible desentrampar bloqueos emocionales poderosos. Es necesario estar siempre alertas para no caer más bien en desequilibrios emocionales, sino agarrarse de esta fuerza para salir adelante. Suelen ser personas sumamente auténticas que ayudan a los demás a sobrepasar límites y a conectarse así con su propio ser.

12. Cristal: Es la energía de la cooperación y el trabajo en equipo dedicado al mundo entero. Los cristales suelen ser personas que todo lo que hacen lo hacen pensando en cómo a través de eso podrán aportar algo positivo a los demás. Su visión es siempre macro y tienen un gran potencial de liderazgo y visión panorámica. Necesitan trabajar profundamente en su estabilidad personal antes de dedicarse al trabajo colectivo.

13. Cósmico: Representa la trascendencia total. El tono Cósmico es el último de los 13 tonos, siendo la meta cuyo camino marcó el tono 1. Las personas Cósmicas suelen ser bastante expansivas, no necesariamente extrovertidas, pero sí volcadas hacia afuera, con una gran necesidad de relacionarse con el mundo entero, tendiendo a ser bastante cálidos y sociables, con una sensibilidad muy particular para mostrar sus sentimientos.

Imagen destacada: @MayanKin
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